Sopot, el norte de Polonia.
Llegamos en tren desde Gdansk, y fue una visita bastante fugaz. La ciudad se encuentra enfrente de una bahía de Gdansk con más de 40.000 habitantes. Según mi amiga, en verano está siempre llena de turistas, la verdad es que nosotras lo visitamos en abril y eramos las únicas en la playa, pero creo que si habéis visto alguna de mis anteriores entradas en mi blog sabréis que las playas solitarias son de mis paisajes favoritos a disfrutar.
Otro de los elementos típicos de Sopot es su Casa Torcida, Krzywy Domek, de camino a la playa. Los arquitectos Szotyński y Zaleski son los autores que reconocieron haberse inspirado en los cómics de Jan Marcin Szancer y Per Dahlberg en su diseño original.
Esta visita forma parte de mi recorrido del sur al norte de Polonia,
gracias a mi amiga Aga quien fue la perfecta anfitriona y se comporto
conmigo como una hermana. Me enseñó las ciudades más bonitas de su país,
me explicó las tradiciones propias, me dio a probar la gastronomía y me
acogió en su casa junto con su familia, como una más. No creáis que los
polacos son fríos o se diferencian mucho de los españoles porque yo
creo que tienen alma de mediterráneos.