El aceite de Argan.
Todo empezó con mi adicción al aceite de Argán... y de esta manera encontré la marca Organix. Ellos tienen una gama de productos super extensos de este aceite y otros componentes estupendos para el tratamiento de cabello y de cuerpo.
He tenido la oportunidad de probar su champú, acondicionador, mascarilla y aceite concentrado. No solo es el aroma que queda después del lavado, sus propiedades son visibles desde los primeros lavados. Da brillo y controla el encrespado sin dar toque grasoso.
Ahora para los que no conozcan sobre estos productos, un pequeño avance: los expertos como “oro líquido” , viene de Marruecos de los frutos del árbol de Argán, una especie endémica. No es común y cuesta ecntrarlo fuera de este país. Su buena reputación procede de su concentrado en vitamina E, su poder antioxidante, humectante y restaurador natural.
Al ser ligero es compatible con todo tipo de cabellos y cueros cabelludos, no da sensación grasosa ni obstruye poros.
Además, que también uso es su crema reparadora para el cuerpo cherry blossom rice milk. Se trata de una crema nutritiva que sana y repone las ceculas de nuestra epidermis. Me encanta esta crema, no solo por el tratamiento que le da a mi epidermis, sino por el olor que impregna sin ser empalagoso. La Caña de Azúcar y la Corteza del Sauce promueven la renovación celular y la juventud activando los extractos de la flor del cerezo y creando así un brillo saludable.
Los productos de Organix de esta gama son los perfectos para usar como tratamiento. Y la verdad es que estoy super contenta. Para mi ha sido todo un descubrimiento de marca, hasta que comentando con mis amigas alrededor del mundo me han recomendado incluso otra gama de tratamiento como la de coco que ellos mismos tienen.