Cayo Arena, Punta Rusia.
Hace poco aparecieron en mi Facebook unas fotos de una playa paradisíaca en República Dominicana y me apunté el nombre en mi memoria por lo increíble que se veía en las fotos. A los pocos días subí al norte de la isla como hago cada mes y el nombre de esa playa volvió a salir en una conversación con otros amigos dominicanos. Os ha pasado? Que una vez que descubrís un lugar que queréis visitar ya os hablan del sitio todo el tiempo? Como viajera inquieta que me considero, comencé a investigar sobre este paraíso terrenal: Cayo Arena.
Un cayo para divertirse
Montamos en un barco rumbo Cayo Arena. Al llegar nos encontramos una pequeña isla con 3 cabañas con todo lo necesario para el día: snacks y snorkel, que mas puedes necesitar? allí había un buffet de frutas, bebidas y sandwiches. Quizá me pasé con el coco, pero toda la fruta estaba sabrosa y fresca.
Snorkel en el paraíso
Después de probar el melón, la piña y el coco, decidimos empezar con el snorkel. Christian nos acompañó en todo momento y nos señaló los sitios mas bonitos del área, enseñándonos erizos, medusas, corales y haciéndonos fotos para recordar el momento tan único. El snorkel me relaja muchísimo, escuchar la respiración debajo del agua y no ver a nadie, solo un horizonte azul turquesa con arrecife alrededor, mucha paz.
Los Manglares
Terminado nuestro tiempo en la isla nos llevaron con la lancha a ver los manglares. Es un paseo super bonito y rápido en el atraviesas bosques pantanosos que viven donde se mezcla el agua dulce del río con la salada del mar. Se respira tranquilidad, todo un espectáculo para amantes de la naturaleza como yo.
La Comida
A la vuelta a Punta Rusia nos esperaba la comida. Otro buffet muy completo que incluía desde hamburguesa, hot dogs, comida local dominicana y vegetales variados. Una comida que nos sentó genial después de nadar tanto con el snorkel.
Antes de volver a coger bus de vuelta a Cabarete, nos recorrimos las instalaciones de Paradise Island. Disponen de hamacas, mesas, sofas al sol y a la sombra, camas balinesas, y un amplio área de playa donde pasear y disfrutar del paisaje.
Obvio vuelvo a este lugar! Pero la próxima vez me quedo en su hotel Paraíso Eco-lodge. Así, podré disfrutar de un atardecer y amanecer con vistas al paraíso.
Una vez más, gracias Paradise Island por darnos el mejor servicio y compartir el paraíso!